Me encontré...un cuadro
Siempre he sentido cierta fascinación por los contenedores de obras que aparecen frente a un vivienda en reforma. Estos enormes recipientes, donde van cayendo entre escombros y otros materiales de derribo pequeños objetos o muebles desechados, viejas maderas y artilugios en desuso, son para mí como cofres del tesoro donde no puedo resistirme a rebuscar algún trasto que salvar del vertedero.
En este caso, me he encontrado un marco viejo, que voy a transformar en un portafotos.
En primer lugar hay que desmontarlo. Quitar el papel protector que lleva por la parte de atras, retirar los clavos que sujetan el cartón y separar el marco del cristal protector y de la lámina.
Ahora podemos pintar el marco o darle el acabado que queramos sin manchar el cristal.
Utilizando el cristal como medida, recortamos una cartulina para el fondo del cuadro y elegimos fotografias de diferentes tamaños hasta conseguir una composición que nos guste.
Para que las fotografías destaquen sobre el fondo azul, he usado unos trozos de cartulina blanca. Están recortados utilizando tijeras con distintas formas.
Para terminar, volvemos a montar el cristal, la cartulina con las fotos y la trasera que sujetamos de nuevo con pequeños clavos.